martes, 22 de enero de 2013

Adaptación cuento

TODA CLASE DE PIELES


Cuentan los que lo vieron, yo no estaba, pero me lo dijeron, que en un pequeño reino vivían un rey y una reina que no habían conseguido tener hijos. Un día, la buena noticia llego a palacio, la reina estaba embarazada; el rey al encontrarse tan feliz, le regalo a la reina una cadenita dorada que contenía dos abalorios, habían un corazón, el rey le  explico a la reina que era el suyo y que siempre le había pertenecido a ella; el segundo abalorio era una corona, representaba a la reina, ya que, según le dijo el rey, no había reina más hermosa en todo el mundo.

Tras nueve meses, la reina dio a luz a una hermosa niña, pero durante el parto hubo alguna complicación y la reina empezó a tener molestias. Sabiendo que no iba a vivir mucho, le dijo al rey que le entregase la cadenita a su hija para que se acordara de ella y, además, le hizo prometer al rey que se casaría con otra mujer que fuera mucho más hermosa que ella; el rey, muy angustiado y triste, le prometió a la reina cumplir sus promesas.

Después de morirse la reina, el rey se encerró en su habitación sin querer estar con nadie, ni siquiera quería ver a su hija, porque le recordaba a la reina.

Algunos años después, el rey por fin salió de su habitación, fue a ver a la princesa para cumplir la promesa de su esposa, le entrego la cadena con los dos abalorios. Al ver a la princesa, el rey se dio cuenta que ya no era una niña, se había convertido en una mujer muy hermosa. Pensó en la segunda promesa que le había hecho a su esposa, se volvería a casar con una mujer más hermosa que ella. El rey decidió que se casaría con ella, la princesa no podía creer la decisión de su padre, pensaba que se había vuelto loco.

Su padre le insistió en que se casase con él, la princesa le pido que si de verdad se quería que se convirtiese en su esposa, que  le dejase llevar en la boda el vestido que llevo su madre, la diadema que lucio, su alianza de boda y le tenía que hacer un regalo de pedida, quería tener un abrigo que estuviese hecho con toda clase de pieles de animales que existiesen. El rey no estaba de acuerdo con esto, pero pensándolo mejor, dejo a la princesa que llevase las cosas de su madre, ninguna otra mujer las iba a lucir mejor que la princesa; y puso a todos sus súbditos a trabajar para hacer el abrigo de toda clase de pieles.

Cuando por fin acabaron el abrigo, el rey se lo entrego a la princesa junto a las cosas de su madre; la princesa decidió escaparse, no podía consentir que su padre se casase con ella; cogió todo lo que su padre le había dado, junto con la cadenita de su madre y otros dos vestidos que habían pertenecido a su madre, junto al vestido de boda eran los vestido más bonitos que la princesa había visto nunca; se puso el abrigo de toda clase de pieles y se dirigió al bosque.

Un día en el bosque, después de haberlo recorrido y vivido en él durante un tiempo, la princesa se encontró con unos guardias, estos al verla con el abrigo pensaron que era un animal, pero al acercarse más, comprobaron que se trataba de una joven muchacha. Los guardias decidieron llevársela a su castillo para que el príncipe decidiera que hacer con ella.

La primera vez que el príncipe vio a la chica no se fijo mucho en ella, además su original abrigo no se lo permitía; el príncipe decidió que se quedará en el castillo, podía servir de ayuda en la cocina. La princesa estuvo de acuerdo con la decisión del príncipe pero, puso una condición, no se podía quitar el abrigo en ningún momento, el príncipe acepto sin ninguna condición.

La princesa se habituó muy bien al castillo, pronto simpatizo con todos los sirvientes, pero en lo único en lo que podía pensar la princesa era en el príncipe, se había enamorado locamente de él.

Un día el príncipe anunció que era el momento de elegir esposa y, para ello, organizaría un baile que duraría tres días y al que tenían que acudir todas las jóvenes princesas de todos los reinos.

La primera noche, durante el baile, la princesa pido permiso para poder ir a ver el baile. En cuanto se lo dieron, subió corriendo a su habitación y se puso uno de los vestidos de su madre, era dorado como el sol y le quedaba muy bien, también se puso la diadema.

Al entrar en el baile, todo el mundo se quedo hipnotizado al ver una chica tan hermosa, el príncipe dejo de lado a las otras princesas para poder bailar con la chica del vestido dorado. Después llevar toda la noche bailando juntos, la princesa se tuvo que ir ya que se había acordado que le tenía que preparar un caldo que el príncipe se tomaba todas las noches, antes de ir a prepararlo se volvió a colocar el abrigo. Cuando estaba preparando el caldo, dejo caer en el plato la pequeña corona que colgaba de la cadenita.

Cuando el príncipe se tomo el caldo, noto que estaba especialmente bueno esa noche y, además, al tomarse la última cucharada, se encontró con una pequeña corona; se dirigió a la cocina extrañado de lo que se acababa de encontrar, la princesa no sabía nada acerca de la coronita, así que el príncipe regresó a su habitación.

La segunda noche, la princesa volvió a pedir permiso para ir a ver el baile y se puso otro de los vestidos de su madre, este era de un tono plateado, igual de hermoso que el dorado, además volver a llevar la diadema.  

El príncipe bailo con ella hasta que se tuvo que ir a prepararle el caldo, esta vez la princesa dejo caer el corazón de la cadenita y el príncipe se extraño otra vez de lo que se había encontrado en su caldo.

La última de las noches, el príncipe decidió que se casaría con la chica con la que había bailado las otras dos noches.  Para la última noche, la princesa decidió ponerse el vestido que su madre había llevado en su boda, este era el vestido más brillante que había visto nunca.

Mientrás estaban bailando, el príncipe deslizo un anillo en uno de los dedos de la princesa sin que se diera cuenta. Cuando la princesa se tuvo que ir a preparar el caldo, no se pudo cambiar el vestido, así que se puso el abrigo encima de este. Al llevarle el caldo al príncipe, este vio que en uno de los dedos de la chica se encontraba el anillo que le había dado a la princesa del baile, comprendió que se trataba de la misma chica, por lo que le pido que se quedara hasta que se terminara el caldo; cuando acabo de tomárselo, el príncipe vio un pequeño destello que provenía del cuello de la princesa, se levanto y cogió la pequeña cadenita de la que colgaba un anillo, el príncipe le pregunto a la princesa que si sabía lo que significaba el anillo, la princesa le miro desconcertada puesto que no sabía de que estaba hablando; el príncipe le dijo que por fin había encontrado a su reina y le señalo el anillo que la princesa tenía en el dedo, esto es verdad y no miento, como me lo contaron te lo cuento.

El cuento ha sido adaptado para alumnos de Educación Primaria en adelante, me he basado mucho en la historia contada en clase, suprimiendo algunos aspectos que creo que no son apropiados para niños pequeños. Los roles de los personajes han sido los mismos, he cambiado la pulserita por una cadena y los abalorios, dando un significado a los nuevos; también he cambiado el significado de los vestidos, pareciéndome más apropiado meter el vestido de boda de la madre para que el recuerdo de esta permaneciera en todo el relato. Una de las cosas que he añadido, han sido el principio y final del cuento, de este modo, lo niños al oír el cuento pueden aprender otras formas de comenzarlo y terminarlo. 

1 comentario:

  1. No has adaptado apenas nada y has dejado la alusión al incesto que es inaceptable en una adaptación para primaria.

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